Análisis – The Last Tinker: City Of Colors – Aventuras de papel y cartón

La época de finales de los 90 y principio del 2000 estuvo plagado de juegos aventuras y plataformas en entornos 3D. Algo lógico teniendo que los gráficos poligonales habían surgido hacía relativamente poco y títulos como Super Mario 64 o Spyro The Dragon habían demostrado que era posible crear mundos maravillosos que recorrer con la libertad ofrecida por las tres dimensiones. Sin embargo cada día se ven menos este tipo de juegos, ya que todo parece estar orientándose hacia la acción. The Last Tinker es una modesta propuesta que intenta recuperar el espíritu de aquellos juegos –especialmente de títulos como Jak & Daxter-, aunque con una importante diferencia de presupuesto, y teniendo que sortear un mar de shooters y demás estilos predominantes. windmill_00 Los alemanes Mimimi Productions nos cuentan la historia del joven Koru, único en su especie y residente de Colortown. Esta peculiar ciudad creada a partir de papel, cartón y pegamento, está habitada por unos seres diferenciados por el color de su fisionomía: los rojos, los azules y lo verdes. Dicho color no sólo marca el carácter de los habitantes, sino que también los ha mantenido alejados haciendo que desconfíen los unos de los otros. Cuando Koru libera accidentalmente la Monocromía, será su deber el tener que buscar a los Espíritus de los colores y salvar Colortown y Tinkerworld. the-last-tinker-5 No os voy a engañar, se trata de una historia bastante simplona y directa, que cumple su función. Es evidente que esta sencillez ayuda a la estructura del juego tanto desde el punto de vista del diseño de niveles y personajes, hasta en el uso de diferentes poderes y mecánicas diferenciadas unas de otras. Mimimi han sabido encontrar ese equilibrio que debe existir entre el contenido y argumento del juego y las mecánicas y estructuras que lo componen, pero desgraciadamente esta relación se nota demasiado tosca, poco sutil, debido a la sencillez casi infantil de la historia. Da la sensación de estar jugando al proyecto de fin de carrera de unos desarrolladores poco experimentados. Por otro lado, han llegado a crear un contexto bastante interesante y profundo en la figura de Koru y los Tinker. Según se nos cuenta, esta raza casi extinta, son por así decirlo, los creadores del universo del juego. Su misión en la vida es recorrer el mundo e ir viviendo todo tipo de experiencias. Los Tinker tienen una conexión muy profunda con Tinkerworld y son capaces de entender su naturaleza, es por ello que cuando han vivido lo suficiente, sus experiencias son usadas para que el mundo siga expandiéndose y creciendo. the-last-tinker-city-of-colors-red-district Lamentablemente esto tan solo se nos explica brevemente en el juego, y podría haber sido realmente interesante que el juego se expandiese en esta dirección, porque habría supuesto una historia más profunda. También habría abierto la posibilidad de crear mecánicas más complejas y ricas, como la posibilidad craftear objetos o modificar el entorno del juego conforme tuviéramos más experiencia. Y esto son dos simples ideas que se me han ocurrido en un momento. Se habría seguido manteniendo un equilibrio perfecto entre mecánicas y argumento, resultando en un juego mucho más interesante y atractivo, especialmente en el terreno de lo jugable. Una lástima que Mimimi Productions no se hayan dado cuenta de lo que tenían entre manos. Esta sencillez se deja ver también las mecánicas del juego tanto fuera como dentro del combate, aunque en este caso no sea tan grave. Por un lado los tres poderes que obtenemos, basados en los colores, convierten las luchas de pulsar dos botones en algo más interesante gracias a los estados que provocan. Por otro está el divertido uso de Biggs y Bomber, dos setas vívas que tendrán una serie de poderes y capacidades según el poder con el que las golpeemos. El uso de estos da más color aun al combate y son una de las herramientas principales a la hora de resolver los puzles del juego. Aunque es necesario señalar también que los controles no están del todo depurados, tampoco resultan excesivamente incómodos. fight Otro de los problemas con lo que nos encontramos en el juego es el diseño y la estructura de las diferentes fases. El estudio ha hecho un excelente trabajo a la hora de crear el universo de Tinkerworld, desde el punto de vista del diseño, pero la estructura en la que accedemos a las diferentes áreas es un desastre. Da la sensación que en un principio es un mundo abierto, y hasta cierto punto lo es, pero luego coartan tu libertad organizando el avance del juego con fases delimitadas por los objetivos de la misión. Si quieres volver atrás para buscar un secreto por ejemplo, tienes que repetir la fase para acceder a dicha área. Hasta cierto punto esto no juega en contra de la experiencia en sí (puedes obtener el secreto, abandonar la fase y volver por donde estabas jugando), pero en mi opinión carece de sentido y de coherencia. ¿Por qué no establecer el mundo abierto y dejar la libertad de ir accediendo a las áreas que se vayan desbloqueando? tinker_07 Como señalaba en el anterior párrafo, el diseño del mundo está muy conseguido y parte de ello lo consigue el arte del juego. Las texturas y las formas realmente dan la sensación de un mundo creado de papel, cartón y pegamento y coloreado con ceras. Se siente fresco y original (a pesar de similitudes con Tearaway). El diseño de los personajes sin embargo es algo más pobre. Lamentablemente existe un abuso en la repetición  de ciertos patrones, tanto en los elementos del escenario como en los personajes, y aunque hay entornos muy diferenciados no dejarás de ver las mismas plantas o piedras o NPCs. De nuevo viendo el trabajo realizado, me siga dando la sensación de que Mimimi Productions se quedó a medias, o que no tienen la experiencia suficiente para este tipo de proyecto. The-Last-Tinker-Happy-Sun-at-the-Gate En resumen, The Last Tinker es un juego ambicioso, no solo por las buenas ideas que se entrevén sino también por el intento de recuperar un estilo de juego que se siente a día de hoy perdido. Es un título que es divertido, se deja jugar y debemos apoyar más proyectos de índole similar. Sin embargo no ha llegado a las cotas necesarias debido posiblemente a problemas de presupuesto o la inexperiencia que parece procesar el estudio. Y es que no he conseguido quitarme la sensación de que parece ser el proyecto de fin de carrera/master de unos alumnos aventajados. Sin embargo Mimimi ha plantado la semilla de una buena idea y que si hacen un segundo intento podría germinar en un fantástico juego. Esperemos que puedan hacerlo. emos

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