Si ya de por sí las remasterizaciones en HD son una moda (un poco odiosa en algunos casos, una delicia en otros), Sony le está cogiendo especial gusto con sus franquicias exclusivas. Puede que por eso no hiciera mucha gracia cuando se supo que se estaba preparando la remasterización de su clásico de PS2 Killzone.
Pero todo cambia cuando además de a este, se le añaden las dos siguientes entregas, dejando cerrada la trilogía. Todo ello por el razonable precio de 50 euros (estamos hablando de tres juegos, dos de los cuales son de esta generación).
Aunque no habría estado de más incluir el juego de PSP de la saga, al menos como un extra. Puede que sea una sorpresa que no nos esperabamos.