Por fin ha llegado a nuestras casas la nueva entrega de una de las sagas más famosas y que lleva ya más de 17 años haciéndonos recorrer el yermo en un mundo post-apocalíptico que se ha caracterizado siempre por ofrecernos infinidad de posibilidades.
Esta vez comenzaremos nuestro viaje antes de la gran guerra, donde controlaremos a una madre o a un padre diseñados enteramente por nosotros que viven tranquilamente en una pequeña región de Nueva Inglaterra, la Commonwealth. Todo parece ir de maravilla hasta que comenzamos a experimentar la guerra nuclear que devastó el país en directo, lo que nos hace que tengamos que cobijarnos en uno de los refugios que fueron creados por Vault-Tec para proteger la humanidad, en este caso el Refugio 111.
Una vez dentro, vemos como somos congelados junto a nuestra familia, aunque pocos minutos más tarde nos percatamos de que alguien desconocido y con pinta sospechosa roba a nuestro hijo y mata a nuestra pareja, dejándonos dentro de una cámara criogénica sin manera de reaccionar. Tiempo después, desorientados y sin saber que le ha ocurrido a nuestro hijo, despertamos del sueño que nos habían inducido, para darnos de cara con la crudeza del yermo y a merced de los peligros que éste contiene mientras procedemos a la búsqueda de nuestro hijo Shaun.
Aquí comienza la experiencia Fallout 4. Podremos movernos con total libertad por todo el espacio que se nos presenta ante nosotros. Un vasto paisaje destruido donde la humanidad ha aprendido a sobrevivir mediante saqueos y asaltos de esclavistas que no dudarán en matarnos para conseguir un puñado de chapas o de necrófagos dañados por la radiación que no se detendrán hasta devorarnos por completo.
A simple vista, nos puede parecer que la nueva entrega de Bethesda no ha cambiado demasiado desde su anterior entrega de la saga principal Fallout 3, pero sólo hacen falta pocos minutos sobreviviendo para darnos cuenta que este año nos han traído un juego mucho más inmersivo y que se siente más vivo y dinámico que antes.
Esta vez se ha optado por apostar más por las mecánicas de apuntado y disparo, al contrario que como pasaba en juegos anteriores, disponiendo ahora de unas mejoras más que notables en lo referente al combate. El control de las armas se siente muy cómodo y no nos hace depender del sistema V.A.T.S que de la misma manera ha sido mejorado, obligándonos a hacernos partícipes de cada bala que gastamos. Ahora Fallout es un mejor shooter, por decirlo de alguna manera.
Pero a base de balazos no conseguiremos todo lo que necesitamos. El sistema de conversaciones que tantas veces se ha tomado como referencia para otros títulos también ha sido modificado. Esta vez a nuestro personaje principal se le ha concedido una voz y podremos decidir cómo interactuar con las personas que nos encontremos mediante un sistema de 4 respuestas que cambia la tendencia que llevaba la saga hasta ahora. En esta ocasión no veremos todo lo que va a decir nuestro personaje, sino que tendremos cuatro situaciones bastante bien diferenciadas donde elegir (Bueno, Malo, Sarcástico o preguntar algo en referencia a lo que estamos escuchando). Han simplificado muchísimo este sistema, algo que a los que crecimos con Fallout nos aleja de lo que recordamos de esta saga.
El título también presenta algunas mejoras en cuanto a su planteamiento. Podremos, como se vio en el tráiler, ser capaces de “craftear” un pueblo de la nada, construyendo edificios, sillas, mesas, iluminación, defensas y todo a partir de materiales que encontremos en nuestros viajes. Pero cuando algunos lo vieron como una novedad, hemos de recordar que un sistema muy parecido apareció años atrás en un mismo juego de Bethesda. La expansión, Heartfire de Skyrim nos permitía casi de la misma manera contar con casas de nuestra creación, con algo de mayor libertad esta vez, pero la idea es la misma.
Lo que sí que me ha parecido una novedad bastante agradable es tanto la estética de las armas como la capacidad de su modificación, obteniendo una variedad realmente grande de mejoras que podemos acoplar a nuestras rudimentarias armas como una mirilla hecha con pedazos de lentes de un microscopio viejo y cinta americana.
Pero los mayores palos se los ha llevado el apartado gráfico desde que salió el tráiler en Junio del año pasado. Es muy cierto que gráficamente ha mejorado con respecto a Fallout 3 pero no podemos pasar por alto que estamos hablando de un juego que ha visto la luz en 2015. No es malo gráficamente, pero tampoco destaca en ese aspecto. Esto se une al hecho de que de nuevo se vuelve a usar el mismo Motor Gráfico que vimos en Skyrim, con una mejora notable en la iluminación dinámica pero que cuenta con las mismas lagunas que contaba en la entrega de The Elder Scroll. Volveremos a ver gente desapareciendo en las transiciones de zonas, con la apariencia emocional de una patata y con bugs que, aunque algunos amemos ya como sello de la compañía, pueden entorpecer el disfrute de este título.
Hasta que llegamos al sonido y la música. Algunas compañías se centran en el apartado gráfico consiguiendo maravillosos efectos de luces y sombras mientras otros ven basado su éxito en la jugabilidad o se ve alabado por la crítica ante sus cinemáticas que parecen una película. Bethesda siempre trata con cariño a la banda sonora de sus juegos. Fallout 4 nos trae esas canciones de los años 40 plagadas de ritmo y unos efectos sonoros que harán las delicias de nuestros oídos. Aquí nunca fallan y eso hay que reconocerselo todas las veces que hagan falta.
Para terminar, he de comentar algo que realmente me ha parecido un punto negativo en algunos aspectos pese a las ganas con las que recibí la noticia de poder usar servo armaduras de la manera que se nos presentaba en el tráiler. Ahora no “llevamos” puestas la servo armadura, sino que nos subimos en ellas y literalmente, nos volvemos una máquina de guerra andante. Sin embargo, esto hace que el juego cobre una facilidad que nos aleja de lo que caracterizaba las anteriores entregas de Fallout. Es verdad que necesitamos núcleos de fusión que encontraremos en fábricas abandonadas o antiguas centrales eléctricas pero una vez avanzamos en la partida es difícil no disponer de una cantidad de ellas que nos permiten movernos sin impedimentos por el yermo, haciéndonos prácticamente inmortales.
Por terminar, Fallout 4 ha sido uno de los lanzamientos de 2015 sin duda, pero te deja un sabor de boca que, aunque muy muy bueno, te sube el regusto a todo lo que lleva haciendo Bethesda desde hace ya años. Vuelve a tener esa esencia que nos hace querer explorarlo todo y rejugarlo para descubrir todas las posibilidades, variando la esencia de cada partida, pero creo que después de tantos años esperando algunos nos hemos quedado con ganas de más.
1 Comment
Lo empecé a jugar con muchísima ilusión y ésta no tardó demasiado en desvanecerse. He echado bastante en falta las opciones de diálogo de las anteriores entregas. Lo han simplificado demasiado.