Parece ser que el obligado retraso que sufrió a finales del año pasado Watch Dogs, ha provocado que los beneficios de las ventas bajen un 30% para Ubisoft en el ultimo cuarto de año, aun así estaba dentro de los límites que se marcaban.
Lo malo es que este no será el único retraso, pues aunque el juego se ha enmarcado en una fecha entre Abril y Junio de este año, la versión de Wii U ha sido retrasada sin fecha conocida. Yves Guillemot asegura que se debe a una forma de administrar mejor los recursos del equipo, algo comprensible dada la gran cantidad de plataformas para la que se está preparando.
Esperemos que no sufra el destino de otros juegos y se acabe cancelando como se rumoreó la semana pasada.
Vía Destructoid
Vía Kotaku