Análisis: TRI – Geometry Bitch!

De la empresa desarolladora Rat King (compañía compuesta por dos personas) y distribuida en por Rising Stars Games (a los cuáles hay que agradecer que podamos realizar esta review), nos llega TRI. Este título sigue aún en desarrollo y su lanzamiento está planeado para el próximo 9 de Octubre de 2014 y la beta de prensa que hemos podido conseguir te deja con ganas de ver el trabajo final de esta pequeña compañía.

TRI nos pone en la piel de un protagonista anónimo el cual, sin saber muy bien cómo, ha aparecido en el mundo de los Dioses Antiguos. Estos dioses tienen la apariencia de dos zorros (uno azul y otro rojo), aunque sin razón aparente, uno de ellos ha escapado. Aquí es donde empieza nuestra aventura, tomando el control de nuestro protagonista sin nombre frente a un templo en las nubes. Allí encontraremos  a quien será nuestro guía en este viaje, un guardián el cual nos nombrará acólito suyo y que nos pedirá que tratemos de encontrar al dios zorro fugado Kitsune, haciendo uso del poderoso y misterioso tesoro que allí se esconde, el TRI.

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Mediante un pequeño tutorial nos introducen a los controles de movimiento básicos (moverse, saltar, agacharse e interactuar con objetos del entorno como palancas o cajas). Además, nos muestra cual será nuestro objetivo una vez entremos dentro de la dimensión donde ha escapado el dios de «zorril» apariencia; tendremos que conseguir 3 figuras de este dios para poder continuar avanzando en esta dimensión.

Aunque pueda parecer muy básico a primera vista, es hora de recoger nuestro TRI y comenzar a avanzar en un sistema original y que te hará romperte la cabeza para completar cada uno de los mundos que componen esta obra. Y es que es aquí, cuando tomamos posesión del misterioso y poderoso TRI, cuando el juego nos abre infinitas posibilidades y un gameplay adictivo, desafiante y que pondrá a prueba nuestra capacidad de orientación y de visión espacial. Mediante este objeto, seremos capaces de crear y retirar triángulos a lo largo del camino, facilitándonos la tarea (en primera instancia) de conseguir las tres reliquias rojas que abren la puerta al siguiente nivel así como de conseguir todas las demás reliquias doradas que se encuentran escondidas en cada mundo.

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Los primeros niveles son simples para una mente desierta, pero entonces encontramos la siguiente parte del TRI, lo que nos da la posibilidad de escalar muros creados mediante triángulos que nosotros creemos. Es en este punto donde todo empieza a tomar sentido, el juego adquiere forma y tu cerebro empieza a darse cuenta de que esto es «muuucho» más que unos puzzles bien pensados. Esto abre la puerta a un sinfín de posibilidades como trepar hasta construcciones enormes, recorrer las paredes lateralmente o llegar a los techos de unas salas gigantescas desafiando las leyes de la gravedad, al fin y al cabo estamos hablando de que estamos persiguiendo a un dios zorro, ¿no?

La dificultad aumenta a medida que avanzamos de manera rápida pero desafiante, dándote ese punto de exploración necesario para continuar en el camino, sin llegar a frustrarte hasta tal punto de dejar de jugar. Un ejemplo, cuando creías que todo iba a ser coser y cantar nada más conseguir las 3 estatuas, espera a darte la vuelta para encontrarte con el travieso dios zorro dándole la vuelta a la habitación por la que entraste… Explosión mental inminente.

Este tipo de cosas se consiguen superar en gran medida a la magnífica ambientación gráfica del juego. Los mapas son grandes y laberínticos con una estética que recuerda a las pinturas japonesas de siglos pasados, con una paleta de colores que resaltan y te hacen querer pararte a mirar lo que hay a tu alrededor.

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Los gráficos son fluidos y tienen ese aire pixelado/cuadriculado que tanto nos gusta por aquí, lo que hace que esta fantástica aventura sea aun más maravillosa. Podremos recorrer las salas con total libertad (según lo habilidosos que seamos a la hora de crear pasarelas con los triángulos) trepando por sus altas paredes o abriendo palancas que se encuentran posicionadas en lugares inaccesibles para cualquier humano normal.

Quizás algo que me ha dejado un poco con ganas de seguir avanzando es la música. Si bien está realmente bien integrada en el contexto con tonos que no sobrecargar al jugador, lo que tambalea un poco es su repetitividad. Se hace monótona y algo aburrida cuando llevas varias horas jugando, aunque sin duda es un excelente trabajo haría falta un poco de variedad en este tema. Pero bueno, eso sólo una BETA. Las voces (o bueno, la voz de nuestro mentor), esta en inglés y se ve que hay detrás un gran trabajo de doblaje por parte de los desarrolladores. Los sonidos en el juego son muy buenos y se acoplan al juego como un guante.

Para resumir, TRI es original y brilla su estética y jugabilidad. Te hace querer volver a donde lo dejaste para seguir investigando cuando te quedas atascado, te pide más y tu lo quieres y te encanta.  La historia nos hace transportarnos sin mayor trascendencia a un mundo de mitología japonesa de los Kitsune lo cual es un gran mundo por explorar y te hace querer saber más de este tema. La dificultad es un tema de amor-odio entre TRI y yo. En algunos puntos se hace muy cuesta arriba, ya que los puzzles te hacen querer escapar y algunos terminar por agobiar, pero de buena manera. Te deja pensando horas después de haber terminado de jugar por hoy en como leches se consigue esa estatuilla que te queda para acabar el nivel, pero bueno, al fin y al cabo de eso se trata ¿no?

Quizás lo único mejorable es el tema de banda sonora, la cual espero que amplíen una vez salga el juego. Por lo demás a mí, la experiencia ha sido satisfactoria y quiero ver más de estos desarrolladores que si siguen por esta línea, a mi me tienen ganado.

Escrita por Kale

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