Análisis: Tierra Media: Sombras de Mordor – Tu ejército orco, con casinos y furcias

Muchas han sido las adaptaciones del universo creado por JRR Tolkien. Este trabajo es una de esas adaptaciones que se aleja de los escritos más conocidos del escritor Británico como El Señor de los Anillos o la recientemente llevada al cine El Hobbit.

De los desarrolladores de las dos primeras entregas de F.E.A.R. (las cuales recomiendo muchísimo), Monolith Productions, nos llega esta historia que nos ubica entre El Hobbit y El Señor de los Anillos. Esta nueva IP que nos sacan desde lo más escondido del universo Tolkien nos pone en una situación donde Sauron no es ni la figura de negra armadura como el ojo envuelto en llamas que todos conocemos. Pese a esto, en Mordor gobierna el caos y la destrucción, los orcos o Uruks vagan a sus anchas por las tierras aún fértiles de Mordor asesinando, raptando y esclavizando a todo ser que se les interponga por delante.

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Esta situación es la que nos hace encarnar la piel de un montaraz de Gondor, Talion, que lleva desde su mayoría de edad destinado en la Puerta Negra. La historia nos cuenta como tanto él como su familia residiendo en un puesto avanzado, son atacados por las hordas de Mordor y acaban asesinados a manos de La Mano Negra de Sauron, un capitán y protector del mismísimo Señor Oscuro. Mientras que Talion ve como su hijo y su amada mujer son asesinados ante él, la hora de reunirse con ellos en el más allá está lejos, ya que  un poderoso hechizo hace que su cuerpo quede uno al de un espíritu que pronto se descubrirá como Celebrimbor. Ambos, unen sus fuerzas (tanto mortales como del mundo de las sombras) para derrocar el mal que azota Mordor y vengar la muerte de la familia de Talion.

Pero comencemos con lo que nos interesa. El juego es un mundo abierto o más bien semi-abierto, me explico. Pese a que puedes moverte libremente por el mapa y llegar a aquel monte lejano, la historia se divide en dos zonas, Udûn y el Mar de Núrnen, a las cuales se accede mediante el ya conocido “viaje rápido”. Aún así, las zonas son lo suficientemente extensas como para poder disfrutarlas por separado.

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En cuanto al sistema de movimiento y combate, recuerda mucho a otros títulos como Assassin’s Creed o los recientes Batman. Podemos correr y escalar obstáculos libremente como haciendo uso de nuestras habilidades de montaraz, o caer desde alturas inimaginables recurriendo a la destreza que nos otorga nuestra parte en el más allá, si bien, esta manera de recorrer el paisaje de Mordor no es tan libre como la que nos presenta Ubisoft en su Mega-Franquicia (AC), ya que los puntos de escalada son muchos menos pero realmente se ve semejanza en este aspecto.

El sistema de combate es la otra semejanza que comenté anteriormente, la franquicia de los últimos Batman (Arkham City, Asylum…). Peleas machacabotones pero dinámicas, con posibilidad de realizar contraataques o de esquivar los múltiples ataques enemigos  para aumentar la racha de combos, lo que nos aportará ventajas a la hora de matar Uruks. Podremos utilizar, en primera instancia, el arco élfico (provisto por nuestra parte sobrenatural de la mano de Celebrimbor), la espada de montaraz de Gondor o una espada-reliquia familiar rota que hará las veces de cuchillo.

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Y es que otro de los aspectos que hay que destacar en este juego es el sigilo. Por supuesto que siempre podremos ir contra el ejercito Uruk con nuestra espada en la mano pero siempre está la posibilidad de realizar un asalto sigiloso a una fortaleza orca para desconcertar a tus enemigos y cogerlos desprevenidos.

Uno de los aspectos que, tanto para mí como para todo el mundo que ha sufrido el hype que produjo este juego, es el sistema Némesis. ESTO es lo que realmente hace que Shadows of Mordor se haya ganado un hueco en las bibliotecas de nuestras casas (o PC’s para los que tenemos la versión digital J ). Este sistema nos permite interactuar con los enemigos y construir una historia dentro de la propia historia, permitidme explicarme. Para llegar a los caudillos, defensores en línea directa de Sauron, hay que pasar a través de los capitanes, sus guardaespaldas. Cada uno de estos enemigos, tanto caudillos como capitanes, cuentan con sus propias debilidades y fortalezas, así como una fuerza o Poder determinados. Esto será crucial a la hora de avanzar en la historia y convertirnos en el grano en el culo del Señor Oscuro.

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Para poder llegar a enfrentarnos a los caudillos deberemos derrotar a sus capitanes, como ya comenté, y conocer las características de cada uno de ellos interrogando a los orcos de la más baja escala en las líneas de defensa es vital. Podremos saber si un capitán tiene miedo al fuego (por lo que trataremos de disparar a los barriles de Grog o a las fogatas cercanas) o si se siente amenazado por la presencia de Caragors (Huargos), por lo que trataremos de romper las jaulas para liberar estas criaturas. Y aún si esto fuese poco, el sistema Némesis recuerda estos combates, estos enfrentamientos y si el enemigo sobrevive o escapa, volverá a la lucha fortalecido, lo que provocará que la pelea deba plantearse de manera distinta.

Incluso después de todo esto, queda la otra gran novedad que nos plantea éste sistema. Controlar a capitanes y caudillos y formar nuestro propio ejército Uruk. Podremos capturar a los enemigos y dominarlos para que traicionen a su capitán, produciéndose un enfrentamiento entre ambos o pedirle que se una como guardaespaldas a un caudillo para infiltrarse en sus filas para que el combate contra estos se decante a nuestro favor. Realmente abre una paleta de posibilidades amplísima que está, por supuesto, por explotar pero que realmente es algo novedoso y que deja huella.

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Pasemos al apartado gráfico, ya que se ha hablado mucho sobre él y no es para menos. El juego tiene gráficos que están a la altura de los tiempos. Sombras dinámicas muy fluidas, iluminaciones que te sumergen en la escena y efectos visuales (como el uso de habilidades del lado físico o del lado espiritual) muy integrados y conseguidos. Pero lo que más destaca en el sistema gráfico, a mi parecer, es la estabilidad que presenta el juego frente a muchos de los otros títulos que salieron este año. Yo por ejemplo, mi PC es del año pasado (gama media-alta) y aún así he sido capaz de jugar al juego prácticamente en Ultra sin sufrir bajadas de frames prácticamente en ningún momento. Algo que por ejemplo en Tomb Raider no ocurre. Se han tomado su tiempo perfilando detalles para que la estabilidad sea magnifica, y aún con esto, la calidad gráfica no se ve afectada, ya que el juego te permite alto rango de soltura a la hora de elegir la calidad gráfica que quieras.

Algo que me gustaría destacar muy positivamente es el trabajo que Monolith Productions han realizado con el diseño de los personajes. Pese a que Talion no es personalizable y las mejoras que podamos conseguir no cambian la apariencia de nuestro protagonista, el diseño de los orcos es IMPRESIONANTE. Cada uno de los enemigos, capitanes o caudillos, tiene una apariencia, una personalidad y un estilo diferentes. Quizás uno esté armado con un martillo gigantesco y tenga un ojo menos a causa de una pelea anterior con nosotros o presente una cabeza de un hermano siamés al que asesinó cuando era pequeño. Esos detalles hacen que quieras seguir descubriendo más y más.

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Por último, hablemos del sonido y la música. Brillante. Muy influenciadas por las obras del escritor que han sido llevadas al cine pero ambientan perfectamente el mundo en el que nos encontramos. No desentona, no se repite y lo que me llama más la atención es que la entrada de los caudillos o capitanes a escena siempre viene acompañada de gritos apagados vitoreando el nombre del enemigo, algo impresionante teniendo en cuenta que éstos son prácticamente ilimitados. Una delicia.

Pero no todo van a ser sonrisas en este mundo, ¿verdad? Yo sí tengo algunas pegas que le he encontrado al juego. Aunque Shadows of Mordor me parece un título más que notable, se me hizo algo corto y sencillo. No sé si fue porque lo disfruté desde el minuto uno o es que después de Dark Souls (sí, se que lo menciono mucho pero para mí fue una revelación) cualquier juego me parece una trivialidad pero es una de las pegas que le encuentro a la mayoría de los juegos recientes. Facilidad. Hablo de facilidades en cuanto a las pistas, a las posibilidades que un juego puede llegar a adquirir. Tu camino puedes marcarlo haciendo uso del mini mapa y los viajes rápidos hacen que pierdas el interés por recorrer las tierras de Mordor. E incluso con esto que pueden parecer nimiedades, en 20 horas de juego he conseguido el 90% del juego, con todas las quest principales y las subquest completadas, únicamente faltándome algunos pocos coleccionables (como los retos de caza y recolección de plantas) y 5 logros de 51 de Steam.

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Para añadir más, siento que el juego está incompleto. La historia es sólida y tiene un inicio, nudo y desenlaces coherentes. Pero son los complementos con los que viene el juego (o más bien con los que no viene) los que echo en falta en este título. Un multijugador o la posibilidad de controlar a un caudillo Uruk hubiese sido la guinda en el pastel que supone Middle Earth.

Conclusión, de los mejores títulos del año. Una jugabilidad que engancha, el sistema Némesis que te enamorará y una calidad tanto sonora como gráfica que te hará disfrutar sin dudarlo. Quizás algo corto y con una sensación extraña que te deja cuando completas la historia pero que si se plantean ampliar, seguro que hacen las delicias de muchos de los que a partir de ahora nos consideramos fans de esta nueva saga.

1 Comment

  • se me fue la pelota escribiendo xD

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